San Juan.- Puerto Rico abre desde este miércoles
oficialmente sus fronteras al turismo internacional, pero exige a los viajeros
una prueba de no estar infectado por el coronavirus SARS-CoV-2, en un momento
de alta preocupación en la isla por el rápido incremento de casos y
hospitalizados.
Los turistas que viajen a la isla deberán portar el
resultado negativo a una prueba molecular -realizada durante las 72 horas
anteriores-, ya que de lo contrario estarán obligados a guardar una cuarentena
de dos semanas.
Según el secretario de Salud de Puerto Rico, Lorenzo
González, los viajeros que lleguen a Puerto Rico serán sometidos a controles
para detectar el contagio de COVID-19 a través de “una muestra aleatoria
representativa».
El funcionario se trasladó al Aeropuerto de San Juan, adonde
en las últimas fechas llegan millares de puertorriqueños desde todo Estados
Unidos y en especial Florida, que conecta con la isla con cerca de 30 vuelos
diarios.
No precisó cifras ni porcentajes
Preguntado sobre los controles y a quiénes se someterán a
ellos, se limitó a señalar la apuntada “muestra aleatoria representativa”, sin
precisar cifras de viajeros ni porcentajes de turistas a los que se someterá a
pruebas de contagio.
González, tras ser informado por la prensa de que algunos
viajeros recién llegados habían señalado hoy mismo no haber sido alertados de
que era necesario contar con una prueba negativa del patógeno causante de la
COVID-19 para entrar en la isla, dijo que habría que mejorar en la política de
comunicación.
“Vienes con la prueba hecha o vas a cuarentena”, dijo en
referencia a los visitantes que lleguen a la isla.
El funcionario indicó que quienes viajen a Puerto Rico
deberán además rellenar un información que, como apuntó, es fácilmente
accesible y se puede terminar en poco más de cinco minutos.
Respecto al incremento de casos en la última semana,
González subrayó que, pese a ello, el índice de contagiados es menor que en
Estados Unidos.
Misma tendencia que en Estados Unidos
“Puerto Rico es un ejemplo para Estados Unidos”, sostuvo,
tras matizar que si bien la tendencia de aumento es una realidad en la isla, no
hace si no acompañar lo que ocurre en el resto de EE.UU. continental.
Respecto a qué medidas deberá tomar la gobernadora de cara
al final de la orden ejecutiva en vigor que termina el próximo día 22 sobre
medidas de control a la pandemia, añadió que habrá que esperar a conocer la
opinión de los expertos que asesoran al Ejecutivo en asuntos de salud.
“Las acciones se siguen tomando para la salud de Puerto
Rico”, sostuvo el funcionario sobre el trabajo para combatir la COVID-19 en la
isla.
Respecto a qué decisión se tomará sobre si se reanuda de
forma presencial el nuevo curso académico en las escuelas públicas de la isla,
dijo que la Decisión del Departamento de Educación contará con el apoyo del de
Salud.
González también se pronunció sobre el anuncio de varios
laboratorios de la isla de que no tienen reactivos para realizar pruebas de
contagio, un problema que como dijo sufren tanto Puerto Rico como Estados
Unidos y todo el mundo.
Wilkins Massa, proveniente de la ciudad de Filadelfia y
acompañado con varios menores de edad, dijo a Efe a su llegada al aeropuerto
sanjuanero que desconocía el nuevo requisito que entró en vigor este miércoles
en un intento del Gobierno por controlar la llegada de pasajeros infectados por
el coronavirus. “A mí no me dijeron nada de eso”, admitió Massa, tras reconocer
que esperaba que le hicieran la prueba en el aeropuerto, lo que le fue
notificado en el avión.
“A mí me dijeron que me la iban a hacer aquí ahora mismo”,
expuso.
Las autoridades sanitarias dieron a conocer en su reporte de
hoy que la cantidad de hospitalizaciones por la COVID-19 aumentó a 254, lo que
supone 48 más que el martes y en la cifra más alta desde el inicio de la
pandemia el pasado mes de marzo.
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